En mi caso, tuve que vencer mis propios miedos, el miedo a abrirme y contar partes de mí que siempre intentaba esconder.  Decidí ser más sincera conmigo misma y trabajar con Irene, porque me encontraba en un momento personal como perdida, y buscaba a alguien que me cogiera de la mano y me hiciera esas preguntas con las cuales te planteas todo tu mundo. Y así fue el coaching con Irene, que me ha aportado el aprendizaje de ser más consciente de mis actos y pensamientos, respetar mis límites, ser más bondadosa conmigo y soltar mis creencias. Poco a poco, fui encontrando de nuevo mi camino. Recomendaría a Irene una y mil veces. Me encantan sus meditaciones y como se involucra en su trabajo. Además, irradia una paz, que se contagia cuando hablas o estás con ella. A toda aquella mujer que quiera conocerse de verdad a sí misma.